Valleverde es un apacible pueblo donde vive en armonía una antigua comunidad, “Los hijos de la luz”. Pero Iván, un letal constructor, quiere construir una carretera que causará el desalojo y la destrucción de la localidad. Lucía, una dulce mujer perteneciente a la comunidad, no dudará en enfrentarse al hombre causante de tanto dolor con la intención de salvar al pueblo… aunque con ello tenga que vender su alma y su cuerpo.
Lo que ambos desconocen es que el remolino de la pasión y el amor los puede engullir sin contemplaciones.
Esta es la primera novela de Encarna Magín y personalmente la considero una obra magnifical.
Con un comienzo que me dejó con la boca abierta conocí a Iván Mayer. Un hombre, que si hay una palabra que pueda describirle es apasionado, y además lo es en todos los aspectos de su vida, tanto en el trabajo como en el amor, sobre todo en el amor.
Desde el primer momento en el que pone los ojos en Lucía parece que queda preso de la lujuria que le causa con tan sólo verla, pero ella no es como las mujeres que ha conocido hasta entonces y, desde luego, no cae rendida a sus encantos, lo que para un hombre que está acostumbrado a tener todo lo que desea puede parecerle cuando menos sorprendente.
Lucía es una mujer que pese a pertenecer a una comunidad religiosa con unos principios muy arraigados en el siglo XVIII no es todo sumisión como cabría esperar. A mi me ha recordado a las comunidades Amish, así que podéis imaginaros el contraste de la vida que lleva Lucía con la de Iván, un perfecto hombre del siglo XXI y que disfruta de todas las comodidades que le proporciona la fortuna que posee. En este sentido me ha gustado mucho porque se demuestra que el dinero no da la felicidad, a pesar de que ayude obviamente.
Y si el contraste entre sus vidas ya es un abismo entre ellos las barreras que suponen las creencias religiosas de Lucía no van a ser menos. Inicialmente la actitud de Iván me parece deplorable, su comportamiento es el de un niño al que por primera vez le han dicho no y sufre de una pataleta mientras usa todas las tretas que se le ocurren para conseguir lo que quiere, en este caso mediante la coacción principalmente.
Pero es en este punto donde se ve un cambio sustancial en él, cuando descubre que lo que siente por ella no es un simple encaprichamiento sino algo más profundo… amor. A partir de este momento yo misma comencé a adorar a Iván sin reservas y desde aquí hasta el final del libro este sentimiento no hizo más que crecer. El cambio que se produce en los dos es notable, pero principalmente en Iván, pasa de ser un despiadado hombre de negocios, frío, duro y sin corazón a un hombre tierno, cálido y lleno de buenos sentimientos.
Ha sido una delicia leer este libro… ¡¡¡Felicidades Encarna!!!
Otra vez FELICIDADES ENCARNA ¡¡¡¡¡
ResponderEliminarUn abrazo
Helena
Te lo digo mil veces.. ¡¡Enhorabuenaaaaa!!
ResponderEliminarSi es que... vamos a tener que buscar a ese Iván... jejejeje.
Estás arrasando guapa!!!!
ResponderEliminarEnhorabuena!!
Besos
Ole!! Enhorabuena cielo, una reseña super merecida!!
ResponderEliminarFelicidades nuevamente, preciosa. Te lo mereces.
ResponderEliminarQue buena pinta, me encantó la reseña! sobretodo tan cerquita de San Valentín ^^. Felicidades a la autora, es ub libro que pinta genial.
ResponderEliminarGRACIAS A TODAS!!!!
ResponderEliminarUN BESO Y UN ABRAZO!!!!
Encarna Magín
Muchísimas felicidades, esto marcha.
ResponderEliminarUn besito
Hola les saludo desde Mexico y mi nombre es Paloma y dejenme les digo que he quedado cautivada por esta gran novela y enamorado claro esta de Ivan, pero sin duda es la mejor escritora que he leido y miren que leido muchas, me llego al alma este maravilloso libro y pues mi unica duda es si hay mas libros de Encarna Magin y si los hay la manera de conseguirlos, bueno yo me despido con la esperanza de saber de esta gran escritora y la respuesta a mi duda,besos.
ResponderEliminarjade_elclon9@hotmail.com
Uau, anónimo! Le hemos hecho llegar tu cariñoso comentario a Encarna y le ha encantado. Agradecemos tanto estas cosas... nos dan todos los ánimos del mundo!
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